MANAGUA (AP) — “Nos patearon y golpearon de una manera salvaje”, dijo el martes Marvin Guevara, uno de los estudiantes detenidos en días pasados en medio de protestas contra reformas al Seguro Social en Nicaragua, antes de referir que las autoridades lo llevaron junto con otros jóvenes a La Modelo, cárcel de máxima seguridad donde los mantuvieron cautivos.

“Los policías nos robaron teléfonos, zapatos, carteras y todo lo que pudieron. Fue realmente horrible”, aseguró Guevara, quien fue detenido el jueves pasado. “Los reos que ya estaban aquí, aunque tenían órdenes de no darnos nada, nos ayudaron porque saben que nuestra lucha es justa”.

El gobierno del país centroamericano empezó a liberar a decenas de estudiantes como él y regresó la señal de la televisión por cable al Canal 100%Noticias, censurado desde el miércoles por transmitir hechos de violencia en las calles de Managua y el resto del país, pero para algunos pareciera que estas medidas no son suficientes para calmar el ánimo social.

La policía informó el martes sobre ambos temas a través de un comunicado.

“Estas personas han sido entregadas a sus familiares y en algunos casos a comisiones de sacerdotes”, dice el documento de la policía. Sin embargo, en videos difundidos en redes sociales puede observarse autobuses dejando a estudiantes golpeados y rapados en carreteras en las afueras de Managua.

Pablo Cuevas, representante de la Comisión Permanente de Derechos Humanos, dijo que la detención y traslado de decenas de jóvenes a La Modelo viola abiertamente el debido proceso y evidencia la tortura de la que fueron objeto.

“Todo lo relacionado a la detención, golpes, robos y abusos de parte de la policía vamos a documentarlo e informar de esto a los altos organismos de derechos humanos a nivel internacional”, dijo Cuevas a la AP.

A pesar de la liberación de los presos y el regreso del canal al aire, los estudiantes hicieron un llamado a paro nacional a todo el sector universitario público y privado mientras no se responda a sus demandas, entre ellas, la instalación de una mesa de diálogo amplio, en la que tengan una representación y que aborde temas relacionados con la institucionalidad y la democracia del país.

Los jóvenes pidieron que Monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, sea garante de cualquier negociación, pero él dijo el martes que a pesar de los primeros pasos dados por el gobierno ante la exigencia de la población para sentarse en un diálogo, éstos son insuficientes.

La represión de las manifestaciones ha tenido como resultado la muerte de al menos 30 personas hasta el lunes, según activistas, incluyendo a un periodista en el ejercicio de sus funciones. A la suma de fallecidos se sumaron dos personas cuyos cuerpos fueron encontrados en la morgue de hospitales públicos con disparos y cuyos familiares, afirman, murieron en las trifulcas.

Los desaparecidos, según organismos de derechos humanos, suman alrededor de 60.

Una marcha multitudinaria del lunes convocada por el Consejo Superior de la Empresa Privada y otros sectores demandó al presidente Ortega un diálogo amplio y sin condiciones. Incluso advirtieron que si no accede, podrían pedir su salida del poder.