Cientos de personas se presentaron en la Alcaldía de Van Nuys el martes 31 de marzo para dar su testimonio en una audiencia pública que trataba sobre el aumento al salario mínimo.
Había una larga fila de personas esperando afuera del recinto para entrar, muchos de ellos trabajadores de bajos sueldos. “No esperábamos una audiencia de este tamaño”, dijo un agente de la Policía de Los Ángeles, quien permitía el acceso de 30 personas a la vez. La sala estaba llena a capacidad.
Algunas personas portaban camisas o chamarras del Sindicato Internacional de Trabajadores de Servicios (SEIU) o portaban insignias que leían “1 Fair Wage”. Otros portaban camisas que juntas leían “15. & Enforce.”
La propuesta actual pide un aumento del salario mínimo actual de $9 por hora a $13.25 para 2017, $15.25 para 2019 y niveles más altos en años subsecuentes basados en el Índice de Precio del Consumidor.
El Comité de Desarrollo Económico de Los Angeles, compuesto por concejales angelinos, escuchó a decenas de personas que hablaron sobre el robo de salario y tener que trabajar en más de un empleo para poder sufragar todos sus gastos, mientras los dueños de pequeños negocios compartían los desafíos para mantenerse abiertos ante el alza en costos.
Aída Torres, una madre soltera con una hija de dos años, trabaja en un restaurante y dijo que apoya aumentar el salario mínimo y parar el robo de salarios.
“En mi trabajo, no recibimos muchas propinas por nuestro trabajo. A veces solo 2-3 por ciento. A veces 5 por ciento, pero no es muy seguido. Las propinas que recibimos también las toman para darle a los cocineros, pero ellos solo reciben 25 centavos por cada hora que trabajan. Así que apoyo un pago justo para todos”, dijo Torres.
“Cuando terminamos un turno en un restaurante, vamos a trabajar en otro restaurante”, dijo otro empleado de cocina. “Aún así no puedo pagar mis facturas. Algunos de nosotros trabajamos 3-4 empleos y todavía ganamos poco. Ni siquiera puedo sacar a mis hijos a comer una vez al mes”.
El dueño del restaurant Town and Country en Van Nuys le dijo al comité que entre el aumento de la compensación al trabajador y la propuesta de alza al salario mínimo, se pregunta por qué alguien quisiera abrir un negocio en California. “Seriamente pensaría en empacar e irme de California”.
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Paul Rodríguez, el dueño del restaurante y mercado Buenos Aires en Van Nuys, dijo que emplea a cerca de 100 personas y admitió que aprecia el trabajo que ellos hacen, pero indicó que aumentar el salario mínimo impactaría su habilidad de continuar empleándolos a todos. “Tenemos que ser realistas…tengo decenas de solicitudes de cocineros y otras personas que necesitan más horas porque no tienen las suficientes en los lugares donde trabajan actualmente, porque no quieren ir más allá de 30 horas y no quieren darles tiempo extra”, dijo. “¿Cómo va a mejor esto el incrementar el salario mínimo, no tengo idea. No tiene sentido para mí. Entiendo que la pobreza es un problema, pero aumentar el salario mínimo a $13 – $15 por hora no va ayudar a personas que no tienen empleos y no va ayudar a personas que trabajan 15-20 horas por semana”, dijo Rodríguez.
Cathy Deppe, que representa la sucursal de Los Ángeles de la organización de mujeres trabadores “9 to 5”, apoya aumentar el salario mínimo, ya que dijo que hay un pronunciado hueco entre lo que ganan las mujeres comparado con los hombres.
“El 70 por ciento de los trabajadores de propinas son mujeres y ganan en promedio $15,000 al año”, dijo.
El robo de salarios
Un abogado de Van Nuys que sólo se identificó como “Jason”, que trabaja para la agencia no lucrativa Wage Justice Center, dijo que si no quiere pagar sus impuestos no puede nada más cambiar su nombre, pero que los negocios que roban salarios frecuentemente hacen eso para no pagar a sus empleados.
“Como abogado, los empleadores a los que busco son porque sus empleados han ganado quejas para que les paguen por dinero adecuado, pero solo van y obtienen una licencia nueva de negocios con otro nombre”, dijo.
Antes de la audiencia del martes, en el Día de César Chávez, el Alcalde Eric Garcetti se reunió con el Secretario de Trabajo Thomas E. Perez para discutir maneras de combatir el robo de salario y otras violaciones laborales que afectan a trabajadores en Los Angeles. Ambos participaron del foro “A Fair Day’s Pay” organizado por el SEIU donde hablaron varias víctimas de robo de salario.
Según un estudio de UCLA citado por el SEIU, los empleados de Los Angeles pierden alrededor de $1 mil millones por robo de salario y otras violaciones. El robo de salario puede ser que no se le pague a los empleados por el tiempo extra que trabajan, ser clasificados erróneamente como contratistas independientes, y recibir menos paga que el salario mínimo.
Se están discutiendo varias medidas para ser incluidas en la propuesta de alza al salario mínimo para proteger a los empleados ante el robo de salario. Incluso se crearía una un equipo municipal para hacer valer estas protecciones.
La audiencia en Van Nuys fue la tercera que se organiza sobre el tema en distintos puntos de Los Angeles. Otra reunión final se llevará a cabo en West Los Angeles el 12 de Abril a las 6 p.m. en el Museum of Tolerance, 9786 W. Pico Blvd.